Seguramente te has encontrado con un computador que llevabas tiempo buscando, y te tomas el tiempo de comprarlo solo para darte cuenta de que no enciende. Y tal vez no sepas cómo diagnosticar algo tan viejo que simplemente no enciende: las placas madres contemporáneas tienen sistemas que permiten identificar la falla con ayuda de un pequeño display o un conjunto de luces. Pero entre estas dos cosas tan distantes en el tiempo hay un componente en común que las une.
El self-test
La gran mayoría de los aparatos computacionales desde poco después de la invención del transistor traen consigo rutinas de verificación de componentes con configuraciones específicas para cada caso. Hablando de los PC en específico, es una rutina de diagnóstico que viene incorporada en la BIOS (Basic Input-Output System), la cual es original de IBM y pensada en un principio para sus mainframes. Con el avance del tiempo se fueron incorporando medidas visuales para el usuario, empezando con un simple conteo de memoria RAM hasta la más detallada información de dispositivos y periféricos que es posible ver en estos días. Pero volviendo a la pregunta que da el título a este artículo, ¿qué pasa cuando no hay información en pantalla?
Información de diagnóstico
Dependiendo del problema que se tenga a mano puede que no siempre exista la posibilidad de tener la información de una posible falla en el sistema o de un aviso sonoro en forma de ‘beeps’, sobre todo si el componente invoucrado es alguna pieza mayor tal como el CPU o el mismo chip de BIOS. El BIOS de IBM ponía a disposición códigos de diagnóstico que podían ser capturados por el puerto I/O 0x80, el cual mostraba tanto códigos de progreso de inicio del sistema, como códigos de error (de ahí que se conozcan ambos como códigos de error). Así, si el problema no genera un código de error, el último código de avance podría entregar una pista acerca de la ubicación del problema.
La tarjeta POST
La manera de obtener esta información es a través de una tarjeta POST (de Power-On Self Test), la cual es capaz de leer los códigos desde el puerto 0x80 y entregarla a través de un display de 7 segmentos ubicada en la tarjeta, junto con otros LED de indicadores de otros aspectos esenciales, como las líneas de energía y señales de funcionamiento básicas.
Antiguamente estas tarjetas solían tener costos bastante altos y tampoco se sabía de la existencias de estas tarjetas, hoy por hoy existen opciones muy accesibles para mantener en la caja de herramientas, muchas por debajo de los USD 10 incluso.
Si bien el mero uso de la tarjeta ya puede dar muchas pistas respecto a un sistema que no funciona, también existe la posibilidad de leer los códigos específicos que entrega la BIOS, las que dependerán de la marca de la misma. En Internet existen tablas con la información para cada fabricante.